
Por Marcelo Zarza
Nuestra historia nos enseña que la fuerza de Chajarí no es propiedad de un gobierno o un grupo de políticos, sino de los vecinos y vecinas. Hace 150 años un grupo de inmigrantes comenzó esta historia. Bajaron de los barcos dejando atrás una tierra sin futuro para ellos y sus familias; llegaron al norte entrerriano sin nada garantizado, pero con un puñado de sueños y esperanzas en sus manos y corazones. Sembraron, trabajaron y crecieron. Nuestra historia es de esfuerzos, de superar adversidades y de salir adelante.
Hoy Chajarí está en una meseta. El fruto del trabajo de los chajarienses podría ser mayor. Tenemos todo para ser la ciudad más pujante de la región. Tenemos tierra, tenemos clima, tenemos trabajadores y tenemos inversiones. Pero nos falta un gobierno local que saque de una vez por todas el freno de manos y nos deje crecer.
Los desafíos actuales de Chajarí no son solo resolver las deudas pendientes del siglo XX –como extender la red de gas, asfaltar calles, mejorar el tendido eléctrico y la cobertura de cloacas, entre otros-, sino que también tenemos que trabajar mirando el siglo XXI. Estamos en el siglo de la ciencia, la tecnología y el conocimiento. Nuestros gurises y gurisas necesitan tener mejores herramientas para un mercado laboral cada vez más exigente. A la riqueza de nuestras tierras tenemos que sumarle el valor agregado de la industria, los trabajos vinculados con la tecnología, la programación y la comunicación. Hoy tenemos que resolver lo urgente, pero también planificar la ciudad que necesitamos y, sobre todo, que soñamos.
Contame en este posteo (click aquí) tu opinión: ¿Qué considerás que es urgente resolver y qué necesitamos planificar en Chajarí?
Dejar una contestacion