¿Quién será el presidente de la Caja de Jubilaciones? 

Se trata de un organismo, cuyo funcionamiento altera las finanzas del Estado provincial. Números. 

La Caja de Jubilaciones, en rigor su déficit, es el gran tema económico y financiero de la provincia. 

Es posible que en todas las asambleas legislativas de Gustavo Bordet se registre una mención a la problemática. Es posible, también, que en todas las crónicas sobre el discurso del gobernador la oposición le haya criticado que encare el tema. Lo cierto es que ni oficialismo ni oposición presentaron un solo proyecto en los últimos 8 años. Todos narraron el cuadro de situación, nadie se abocó. Rogelio Frigerio le dijo oportunamente a este medio que debía partir de una iniciativa del Gobierno. En las últimas horas dijo que el suyo se hará cargo. 

Ese organismo -supo Página Política- estará a cargo del senador Gastón Bagnat, un dirigente de Juntos por el Entre Ríos que perdió las últimas elecciones para la intendencia de Victoria, ciudad en donde se radicó. Nació en Río Negro. En la fórmula llevó a la periodista identificada con el socialismo, Fernanda Sanzberro. 

Bagnat compitió con un partido vecinalista. Se abrió del dispositivo electoral de Domingo Maiocco, que eligió como sucesor a Ana Schuth.  

En la coalición que asume el 10 de diciembre le reconocen una muy buena gestión en la Anses local durante el gobierno de Mauricio Macri, además de ser especialista en materia provisional.

La Caja de Jubilaciones tiene un déficit anual de 100 mil millones de pesos, y para 2024 podría alcanzar según las proyecciones a 170 mil millones. Se financia con recursos del tesoro provincial. 

El Pacto Fiscal de 1992, las provincias transfirieron las cajas de jubilaciones a la Nación y el Estado nacional comenzó a detraer el 15 por ciento de la Coparticipación para paliar el déficit previsional argentino.

En ese pacto apareció la cláusula de “armonización”, que implicaba “armonizar” los sistemas previsionales de las provincias “para hacerlos sustentables -según se decía, a cambio de paliar el déficit. Sucede que Entre Ríos tiene el 82 por ciento móvil. 

El escenario político, al decir de los gobernantes de turno, nunca fue propicio para empezar a discutir el tema. 

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