Chajarí: cedió una alcantarilla recién inaugurada en barrio Curiyú

En el corazón del barrio Curiyú, la reciente culminación de una alcantarilla construida con caños de cemento ha desencadenado una ola de indignación entre los residentes locales. La obra, financiada con fondos públicos provenientes de los impuestos de la comunidad, ha sido calificada como un ejemplo flagrante de despilfarro y negligencia gubernamental.

En el corazón del barrio Curiyú, la reciente culminación de una alcantarilla construida con caños de cemento ha desencadenado una ola de indignación entre los residentes locales. La obra, financiada con fondos públicos provenientes de los impuestos de la comunidad, ha sido calificada como un ejemplo flagrante de despilfarro y negligencia gubernamental.

Antes de la construcción de la alcantarilla, los habitantes del barrio habían expresado repetidamente su escepticismo y desconfianza hacia este proyecto. En su lugar, los vecinos sugirieron la construcción de un badén como alternativa más práctica y segura. Lamentablemente, estas advertencias fueron ignoradas por las autoridades locales, que optaron por seguir adelante con una obra que ahora ha demostrado ser un completo fracaso.

La comunidad de Curiyú no solo está enojada por el derroche de fondos públicos en proyectos ineficaces, sino que también alberga serias dudas sobre la motivación detrás de estas decisiones. Se cuestiona si tales iniciativas son producto de incompetencia o si, peor aún, están impulsadas por relaciones de amiguismo político que priorizan intereses personales sobre las verdaderas necesidades de la población.

En medio de este escándalo, los residentes exigen acciones concretas por parte de las autoridades municipales. Claman por una rendición de cuentas que identifique a los responsables de este fiasco y los haga asumir las consecuencias de sus acciones. Consideran inaceptable que el dinero de los contribuyentes se malgaste de esta manera, manteniendo en sus cargos a individuos que demuestran incompetencia y que solo parecen beneficiar a una red de allegados políticos.

La indignación en Curiyú es palpable y está impulsando un llamado urgente a la municipalidad de Chajarí: poner fin a la mediocridad y garantizar que las inversiones públicas se destinen de manera responsable y efectiva para satisfacer las auténticas necesidades de la comunidad.

FM del Este 100.5

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