
El hecho tuvo lugar en la madrugada de este viernes, cuando un joven y su padre (de la comunidad gitana) se presentaron en la guardia de la clínica de la Unión pidiéndole a un medico que les extienda una receta médica.
Al ver que el médico le iba a recetar, el padre del joven lo increpa aludiendo a que no podía ser que el médico le fuera a extender la receta para comprar medicamentos (para la depresión), indicando además de que el joven había tenido un episodio donde “rompió” las instalaciones de una estación de servicio y agregando “no puedo más con la situación de este chico”.
Ante esto, “Benditos y Pecadores” le consultó al medico Diego Bonomo sobre el particular quien explicó, “suele pasar que cuando uno esta bajo el estado de intoxicación necesita otro tipo de medicamentos, si uno escucha al adolescente hablar esta con balbuceos, a pesar de eso el padre intenta acompañarlo a la persona medica y termina increpando al personal de la salud, debería cuestionarse porque si y porque no, una persona se ultra estimula y con alguna medicación baja, todos los adictos hacen eso, no preciso que esta sea la situación pero el padre termina con una situación desordenada, porque quizás el chico necesitaba una contención y no se pudo dar”.
Y finalizó indicando “quien receta, debe pasar por la mano de psicología en acompañamiento y psiquiatria para la medicación, estamos en un grado de violencia muy grande y resolvieron todo mal, si un padre lo acompaña el medico a lo mejor le daria la receta pero si no se lo conoce no debería darsela, a veces pasa que uno le hace la receta pero en vez de tomar una pastilla tomas 20, y la culpa la tiene el profesional”
“Se contiene la situación se evaluá el estado del paciente, y de alguna manera se puede hacer la intervención de un inyectable para calmar la situación, el paciente queda en observación, se indaga la vida del chico”
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