Estafa Etchevehere: el 7 de julio será la apelación a procesamientos

Santa Elena, 28 de Octubre de 2020 El candado de la tranquera de la estancia Casa Nueva solo se abre cuando dale el tractor con leche en los campos tomados de la familia Etchevehere Foto: JUAN JOSE GARCIA

La familia Etchevehere, entre ellos Arturo Sebastián Etchevehere, candidato a gobernador de La Libertad Avanza, la fuerza de Javier Milei, buscará dar vuelta el fallo de primera instancia que dictó su procesamiento en una causa por estafa y vaciamiento de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), que inició en 2013 Dolores Etchevehere.

El próximo 7 de julio, a las 9,30, un tribunal conformado por los jueces María Carolina Castagno, Mauricio Marcelo Mayer y Gervasio Pablo Labriola analizará los planteos de los defensores de los Etchevehere, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego, más la madre de los tres, Leonor María Magdalena Barbero Marcial, todos denunciados por la menor de la familia, Dolores Etchevehere.

En noviembre último, la jueza de Transición Carola Bacaluzzo procesó al exministro de Agroindustria de Mauricio Macri, Luis Miguel Etchevehere, a sus hermanos, Arturo Sebastián y Juan Diego, a la madre de los tres, Leonor María Magdalena Barbero Marcial, al dueño de Red Mutual y exaccionaista de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), Walter Grenón, y de su hermana, Viviana Grenón, y al empresario pizzero Germán Buffa por el delito de vaciamiento empresario. En cambio, la magistrada los sobreseyó en la acusación fiscal de toma de un crédito a tasa subsidiada con fines productivos, pero que sin embargo tuvo otros fines.

La segunda imputación, por vaciamiento, y por la cual sí fueron procesados, planteó que entre 2011 y 2015, “Viviana Grenón, Leonor María Magdalena Barbero Marcial (vda.) de Etchevehere, Luis Alberto Guevara y Germán Esteban Buffa, en su carácter de directores, contemporáneos y sucesivos de la firma Sociedad Anónim a de Entre Ríos (SAER), obligaron abusivamente a la empresa cuyos bienes e intereses dirigían y administraban, perjudicándola, al aprobar en fecha 16/03/2012 la venta de los inmuebles ubicados en la ciudad de Paraná, sitos en: 1) Urquiza N° 1050, partida N° 10-7242-00; 2) 25 de Junio N° 33, partida N° 10-3658-09; 3) 25 de junio s/n, partida N° 10-16104-05; 4) 25 de junio N° 19, partida N° 10-118565-07; 5) Urquiza N°1036, partida N° 10-66810-08, a la firma Arroyo Ubajay S.A.; y los inmuebles sitos en: 1) calle Buenos Aires N° 11, partida N° 10-10154-04; 2) Tratado del Pilar N° 526, partidas N° 106927/8 y 126179/5, ambos de la ciudad de Paraná, a la firma Nexfin S.A., desconociéndose la fecha en que se concretó cada una de tales operaciones. También la obligaron abusivamente cuando en fecha 20/03/2012, aprobaron la venta de los inmuebles sitos en 1) Urquiza Nº1119/23 – subsuelo – (partida DGR 120.979/03); 2) Urquiza Nº 1119/23, P.B. (partida DGR 10-6638-08); 3) Urquiza Nº 1119/23, piso 1º (partida DGR 10-120861-01); 4) Urquiza Nº 1119/23, piso 2º (partida DGR 10-120862-00), todos de la ciudad de Paraná; 5) Camoirano Nº 63 (partida Nº 13-11463801), de la ciudad de Victoria; 6)- Caseros Nº 9898 (partida DGR 09-107636-4), de la ciudad de Nogoyá; 7) Etchevehere s/n (partidas DGR 03-102359-03 y 03-102358-4), de la ciudad de Diamante, a la firma Construcciones del Paraná S.A., desconociéndose también en tales casos la fecha en que se concretó cada una de dichas operaciones. Tales operaciones contaron con la cooperación imprescindible de Walter Grenón, Luis Miguel Etchevehere, Arturo Sebastián Etchevehere y Juan Diego Etchevehere, en sus dobles caracteres de socios de SAER y de las empresas Arroyo Ubajay S.A. y Nexfin S.A., el primero, y de la firma Construcciones del Paraná S.A., los demás; quienes no solo aprobaron las ventas de aquellos bienes de capital en la Asamblea Extraordinaria de SAER de fecha 21/03/2012, sino que -a su vez- decidieron la adquisición de tales bienes para las sociedades que integran, en connivencia y de previo y común acuerdo con los Directores de SAER, con el objetivo de obtener ventajas patrimoniales personales de tales operaciones, y causar un daño a ésta al dejarla descapitalizada de bienes inmuebles con los cuales garantizar y cumplir sus obligaciones contractuales, comerciales, financieras y fiscales. De tal forma, y por un lado, las firmas Arroyo Ubajay S.A. y Nexfin S.A., ambas bajo la dirección y control de W alter Grenón, propusieron al Directorio de SAER la compra de los inmuebles ya detallados; de la misma forma que también hizo lo propio la firma Construcciones del Paraná S.A., cuya sociedad la integran los referidos miembros de la familia Etchevehere. Una vez concretadas las operaciones de venta de tales inmuebles, el producido fue distribuido, también siguiendo un acuerdo previo, entre Luis Miguel Etchevehere, Juan Diego Etchevehere, Arturo Sebastián Etchevehere y Leonor María Magdalena Barbero Marcial (vda.) de Etchevehere y la Asociación Mutual Unión Solidaria, de propiedad de Walter Grenón, en función de supuestas obligaciones adeudadas previamente a ellos por SAERy en detrimento de otros acreedores. De esa forma, las mismas personas físicas que en sus respectivos roles funcionales decidieron la venta de aquellos bienes, fueron luego quienes se vieron beneficiados con los mismos y también con el producido de ellos a través de las distintas personas jurídicas que también conforman; dejando a SAER vacía de bienes de capital y con un cúmulo de deudas tal que debió inmediatamente recurrir a fuentes de financiamiento no bancarias para hacer frente a esas otras obligaciones”.

Dolores Etchevehere está peleada para siempre con sus tres hermanos y su madre por el reparto de la herencia que dejó a su muerte, en 2009, el padre, Luis Félix Etchevehere, el último director de El Diario que puso la familia antes de la venta de la mayoría accionaria, en 2010.

La pelea es a matar o morir. Dolores cuando se dirige a sus hermanos los llama los «Etchevehere corruptos», frase que acuñó desde que en 2020 ocupó la estancia Casa Nueva, en El Quebracho, en el acceso a Santa Elena, con un puñado de militantes del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), de Juan Grabois, que imaginaron como el semillero de un proyecto agroecológico que terminó del peor modo: con una orden de desalojo que firmó la camarista María Carolina Castagno el 29 de octubre de 2020, quince días después del ingreso a una de las tantas propiedades de los Etchevehere, en medio de la pandemia de coronavirus. Y con una denuncia penal por usurpación, que Dolores Etchevehere resiste con un último recurso que está a resolución de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ).

Fuente:ENTRERIOSAHORA

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