Una mujer de Concordia fue despedida de la prepaga donde trabajaba tras presentar amparos para que se cumpla un tratamiento para su beba. “Son los derechos de tu hija”, le habían remarcado los médicos.
Gabriela Leite vive en Concordia con su hija Carmela, quien nació prematura y estuvo 104 días internada en Neonatología. Una de las secuelas de este suceso es un problema auditivo que puede solucionarse con un implante coclear. La mujer debió presentar un amparo hacia una prepaga de la localidad donde también trabajaba, que salió a favor de la pequeña. Sin embargo, Leite fue notificada de su despido luego de reincorporarse a su puesto.
«Cuando me reincorporé recientemente al trabajo, me hicieron firmar un telegrama con la desvinculación donde simplemente se me explica que prescindían de mis servicios», relató a Diario Río Uruguay al confirmar que trabajaba allí desde 2018. «Nunca tuve un llamado de atención, apercibimiento, suspensión ni ningún indicio de que iban a desvincularme», aseguró.
La mujer consideró que su despido se asocia a los amparos debió realizar para reclamar el implante de Carmela: «Yo sabía los riesgos que iba a correr y muchos me decían que era mi lugar de trabajo pero, como sostuve desde el primer momento, ella nació prematura y yo no podía quedarme de brazos cruzados, tenía que ser yo quien peleara por eso y sus derechos». «Me costó mucho tomar la decisión de ir por esa vía porque soy empleada de la prepaga, entonces sabía del costo que esto podría llegar a tener para mi situación laboral», acotó.
Por otro lado, Leite mencionó que también presentó otro amparo a partir de una negativa de la prepaga a cubrir la leche que consume la bebé porque «es muy costosa y, desde el año pasado, daban sólo la mitad de lo que el médico pedía». «Nuevamente tuvimos un fallo a favor nuestro y Carmela empezó a recibir la cantidad requerida por el pediatra y calculo que fue esto lo que no gustó, porque no hay otro motivo», repasó.
«Cuando me dieron la noticia yo me lo esperaba, sabía lo que se venía. Y, como le dije a mi jefe, yo sé a lo que me arriesgaba cuando me embarqué en esto y lo elegiría una y mil veces más, como creo que lo haría cualquier padre o madre», acotó la concordiense.
El implante que necesita Carmela
La familia de la beba debió presentar un amparo ante la demora en la cobertura de los gastos del implante coclear, que fue recetado por un profesional, para que la niña pueda escuchar. «Carmela tiene audición en un sólo oído, por el izquierdo no escucha», explicó Gabriela y detalló que la operación consiste en un aparato que va por dentro de la cabeza y «tiene un valor elevado, sale 28 mil dólares y para nosotros es un monto imposible de juntar». La mujer destacó que la falta de audición le repercute negativamente en el lenguaje.
«Los médicos en Buenos Aires me dijeron: ‘Gabriela, hoy te toca ponerte la camiseta de mamá y sacarte la camiseta de empleada, porque por más que te vayan a dar el premio al mejor empleado, son los derechos de tu hija que, si no peleás vos, no va a pelear nadie'», expresó. En abril, la mamá de Carmela había indicado: «Desde el mes de enero que se presentó todo y los plazos apremian porque el cerebro de ellos ahora está muy permeable, muy blandito, es el mejor momento y cuanto antes se se implante es mejor».
Finalmente se supo que la prepaga liberó la orden de compra del implante y se espera que para julio arribe el aparato que será puesto en la niña y así mejorar su calidad de vida.

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