Juntos por Entre Ríos espera blindarse de una eventual caída de Bullrich al tercer lugar. No han perdido, como en el orden nacional, su condición de principal opción electoral de cambio. Se proponen consolidar para octubre esa posición, buscando el voto provincial de los que eligen a Milei para presidente. Confían en que no habrá fugas de la interna y no ven cómo el peronismo pueda crecer para, al menos, descontar la diferencia.
Ya en el relanzamiento de la campaña con vista a las elecciones del 22 de octubre, en Juntos por Entre Ríos asumen que la pelea por la gobernación será más pareja de lo que imaginaban antes de las primarias. Pero mantienen, en buena medida, el diagnóstico que trazaron en caliente, al otro día de las PASO, el 14 de agosto, y que Página Política resumió en la siguiente nota:
A seis semanas de las elecciones, ven que el oficialismo entrerriano está estancando y no tiene por dónde aumentar el caudal electoral reunido en las PASO, con una interna que se vio potenciada por las disputas locales en las grandes ciudades de la provincia.
En la comparación, observan que al peronismo le ha sido más difícil ordenar su interna tras las PASO, con disputas locales fuertes y parejas en las dos ciudades con mayor población, Paraná y Concordia y sin una normativa interna que contemple como herramienta de contención a la representación de minorías.
Aunque queden algunos cabos sueltos, como el de Lucía Varisco en Paraná, se jactan de haber dado los pasos de rigor para consolidar el frente electoral tras la confrontación interna.
Aseguran que el competidor interno de Rogelio Frigerio por la gobernación se integró a la campaña. Además de su participación en el primer plenario de candidatos tras las PASO, cuentan con que la estructura que acompañó a Pedro Galimberti milite la boleta de Frigerio. Más allá de las simpatías, hay un interés concreto. “Tuvimos la suerte, entre comillas, de que ellos ganaron la interna en todos los municipios donde son fuertes”, observa un hombre del equipo de campaña de Frigerio. En otras palabras: los candidatos locales que explican la gran mayoría de los 57 mil votos reunidos por Galimberti estarán en la boleta para las elecciones de octubre.
El sector que promovió a Galimberti para la gobernación se alzó en la interna con tres candidatos a senadores, 15 a intendente y 29 para juntas de gobierno y comunas. Puede que no militen la boleta de Patricia Bullrich –con quien no sienten ningún compromiso luego de que les negara el pegado de boleta en la interna–, pero serán ante todo pragmáticos. Y en esa lógica, no despreciarán el arrastre de Frigerio.

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