
Los fines de año son siempre un buen motivo para reflexionar y compartir con la familia y amigos. Estos últimos años han sido, por muchas razones, muy particulares. Sin duda, la pandemia fue el desafío más grande que como sociedad y a nivel individual tuvimos que atravesar en las últimas décadas. Para muchos significó una crisis personal, aumento de incertidumbre, miedo, pérdida o freno en las actividades laborales y dolosas ausencias de seres queridos. Pero si algo aprendimos, o mejor dicho, recordamos, es que los chajarienses somos personas resilientes. Sabemos anteponernos a la adversidad, arremangarnos y salir adelante.
Por Marcelo Zarza*
El 2023 viene con mucha esperanza. Tenemos la oportunidad de iniciar un nuevo año lleno de proyectos, expectativas y una fe renovada en el trabajo en equipo. Hay una ciudad que necesita resolver lo urgente y planificar lo necesario para poder crecer. El camino con el que soñamos es el de la integración entre los barrios, el potenciar a los vecinos emprendedores, el cuidar a nuestros adultos mayores y el de ofrecerles un futuro próspero a nuestros gurises y gurisas que tienen todo por delante.
Soy de quienes tienen en cuenta el pasado, para no olvidar el camino por el que transité: los esfuerzos de mis padres, los sacrificios que hice para estudiar, trabajar y construir una familia. Pero, sobre todo, soy de los que miran al futuro, teniendo la seguridad de que siempre, el mañana será mejor que el ayer. Este fin de año los invito a reflexionar juntos, pero sobre todo a iniciar un nuevo año esperanzador.
*Emprendedor, vecino de Chajarí y papá.
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