
La legisladora concluye en diciembre el mandato que inició Galimberti. En los 10 meses que lleva en la banca se convirtió en alfil clave del gobierno de Frigerio en el Congreso. ¿Quién es? ¿Cómo llegó al PRO? ¿Por qué considera lógica una alianza con LLA? Una niñez difícil y un testimonio en primera persona de lo que hace falta para medir el mérito.
Fue una cadena de sucesos hace poco más de 10 años: discutió con unos militantes peronistas que esperaban el comienzo de un acto, instalados por horas y horas en la vereda de su casa en Concordia; simpatizó con el perfil que Mauricio Macri le imprimía entonces a Buenos Aires como jefe de Gobierno; se dijo que la capital del citrus le había cumplido sus sueños; volvió a pensar, como le sucedía desde niña, que si lo intentaba “iba a trascender”.
Nancy Ballejos prendió la computadora y completó la inscripción en el “voluntariado” que lanzaba el PRO a nivel nacional allá por 2013, 2014 cuando el desafío amarillo pasaba a ser la Casa Rosada. “¡Y me llamaron! Me citaron a una dirección. Fui. Sola. Me senté. ‘Soy Nancy Ballejos, estudio abogacía’. ‘Estamos armando la plataforma’, me dijeron. ‘¿Querés ayudar?’ Y así fue. Ya estaba trabajando para la campaña a intendente de (Roberto) Niez, para 2015”, repasa su inicio en la política, a pura intuición. El PRO se institucionalizaba por entonces en la provincia y ella se subió a ese tren. Fue colaboradora del diputado provincial Joaquín Lamadrid (2015- 2019) y luego asesoró al ministro Manuel Troncoso en su gestión como legislador.
Ballejos fue suplente en la lista de candidatos a diputados nacionales en 2021. Con la renuncia de Pedro Galimberti, en septiembre de 2024, asumió su puesto para completar el período que concluye en diciembre. Pero quiere renovar y se planta como la única anotada como candidata en un incierto escenario político para Juntos por Entre Ríos: aún no está cerrada la coalición electoral y mucho menos los nombres para las elecciones legislativas.
Amarillo y violeta
Dicen que hay en el mundillo oficialista quienes son los más fervientes impulsores de una alianza con La Libertad Avanza. Y Ballejos es parte de ese equipo, al que han bautizado como “Los Ángeles Lakers” en alusión a los colores de esa camiseta.
Está anotada como candidata y además prefiere serlo en una lista que exprese la confluencia con el partido de Javier Milei. “Quiero renovar en la Cámara de Diputados. Me tocó un mandato ya iniciado. Lleva tiempo encontrar tu nicho, dar con los cuatro, cinco temas a los que te vas a abocar. Querés presentar tus proyectos, te llueven los pedidos. Lleva tiempo. La vorágine de las comisiones, el laburo territorial, partidario”, enumera acciones cotidianas de la tarea de legisladora.
De cara al contexto electoral, considera que “hay que pensar en una coalición de Juntos con La Libertad Avanza”. “Sería lo más coherente. En el Congreso de la Nación, con el PRO y con la parte del radicalismo que ‘colabora’, hemos votado juntos con los libertarios. Hemos coincidido siempre en las sesiones”, argumenta.
Mientras el radicalismo dejó sus definiciones de alianza para más adelante, el PRO tiene pendiente una decisión que para Ballejos no supone demasiadas complicaciones: “Nuestra fuerza lo tiene claro y la figura de Rogelio Frigerio ordena. Tenemos ahora una asamblea que seguramente delegará facultades en la conducción para resolver las alianzas. Siempre ha sido así y la definición será acompañar lo que resuelva el Gobernador”, sintetiza la diputada.
Ballejos es candidata. Tiene como ventaja el haberse convertido en jugadora clave del gobierno de Rogelio Frigerio ante Nación. Ese rol que en un principio de este período cumplía en exclusiva el diputado Francisco Morchio, hoy es cumplido en parte por la legisladora que lleva adelante, en el Congreso de la Nación, la estrategia del gobierno de Entre Ríos en una pulseada siempre compleja con el gobierno de Javier Milei.

Vidas y méritos
Nancy tenía cinco años el día en que su papá abrió la puerta, dijo ‘ya vuelvo’ y no lo vio más por los siguientes 30 años. No fue fácil la infancia pero hubo cuidados, hubo amor que hicieron posible salir adelante.
“Nací en Chajarí. Soñaba con ser abogada, desde pequeña”, cuenta Ballejos que hoy tiene 36 años. “A mi viejo lo volví a ver hace poco. Me contactó por Instagram la terapista con la que hace rehabilitación porque está muy enfermo, internado. Lo fui a ver, necesitaba cerrar esa historia. Siempre soñaba en campaña, en cada acto, que mi viejo aparecía a buscarme. Lo ví, fue raro”, relata Nancy y se conmueve.
“Te imaginás lo que fue mi infancia. Mi vieja empezó a laburar como remisera, fue auxiliar de enfermería. Trabajaba todo el día en una empresa de Chajarí. Soy la menor de cuatro hermanos”, cuenta la diputada que fue a la Escuela Dominguito, en el nivel primario, y cursó en una agrotécnica la secundaria, en doble jornada.
Acompañaba a su mamá al trabajo, aprendía sin planearlo. Un día la debió suplantar por un problema de salud. Iba a la escuela secundaria, de allí a cumplir (y cuidar) con el puesto de su madre. “Vivíamos en la casa de un tío, el tío Amado, una casa con techo de paja. El tío nos dio todo lo que tenía. Mi mamá, muy de a poco, pudo construir la casa en la que vive hoy”, repasa Ballejos.
Terminó la escuela secundaria y persistió en su plan de estudiar Abogacía aunque en ese contexto la pretensión era impensable. Se fue a Concordia a estudiar una carrera corta, técnica en laboratorio, que era lo que ya estaba haciendo como idónea. “Entraba a trabajar a las 6 de la mañana y estudiaba. Vivía en una pensión”, cuenta. Cursó los tres años, tomó otros trabajos, pudo mudarse con dos compañeras de Mocoretá (Corrientes) a un departamento y pudo pagar sus estudios de Abogacía, a distancia, en la Universidad Católica de Salta, tal como lo había planeado. Se emociona cuando se acuerda de una amiga, Flor, que la esperaba hasta las 8 de la noche, cuando ella salía de su último trabajo para estudiar.
Integra un partido como el PRO que hace del mérito una vara excluyente para medir resultados en las vidas. Pero Nancy tiene argumentos de sobra para hacer notar que hay otras variables, ineludibles.
–¿Cómo se mide el mérito en la vida de una niña como la que fuiste? ¿Qué responsabilidad le corresponde al Estado?
–Hay que facilitar las cosas, hay que dar oportunidades. No es justo que cueste tanto a un pibe que quiere estudiar. No es justo el desarraigo que pasamos a veces. No es justo tanto esfuerzo. A mi me dicen ‘che, lo tuyo es re meritorio’. Puede ser. Tuve un motorcito en el corazón que me imponía, cada día, no resignarme. Yo me decía ‘no me pueden tocar todas las malas’. Tuve que trabajar mucho, demasiado. Pero no todo es mérito. Hay que ayudar a los pibes. Hay chicos que no salen de su barrio, chicos que viviendo en Concordia no conocen el río. El mérito, sí, puede ser, pero cómo salís si no tenés un tío Amado, si no está la abuela Elsa, si no podés contar con mamá Zunilda, con una amiga como Flor. Hablemos de mérito cuanto tengamos igualdad de oportunidades. Creo en eso, lo juro. Creo en eso porque lo viví.Fuente: Página Política
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