«La universidad debe generar inclusión ante la desigualdad»

La Universidad Nacional de Entre Ríos cumple este miércoles sus primeros 50 años. Fundada el 10 de mayo de 1973, la universidad entrerriana ha registrado un crecimiento de inmensas proporciones en su medio siglo de vida. Anotó 1.000 estudiantes el primer año. Hoy tiene 23.000. Su primer menú académico reunía apenas una decena de carreras. En 2023 suma casi 150 propuestas de todos niveles: secundario, diplomaturas, ciclos de complementación curricular, carreras de pregrado, grado y posgrado. Trabajan en ella unos 3.000 docentes y unos 650 agentes del personal administrativo y de servicios y los graduados se cuentan por decenas de miles.

Ante su primer medio siglo de existencia, la UNER afronta a un momento de transición. En lo normativo y administrativo, porque viene de reformar su Carta Magna: el Estatuto. En lo formativo, por las oportunidades y desafíos que presentan a la educación superior novedosas tecnologías y nuevas necesidades de las juventudes, y la sociedad argentina en general. En entrevista con UNO, el rector de la UNER, el contador Andrés Sabella, explicó que cómo se posiciona la universidad ante ese panorama, en relación a la proyección a futuro y los principios instituciones que dieron “razón de ser”: el arraigo en su territorio.

El rector Andrés Sabella ponderó cómo llega la UNER a sus 50 años. Destacó la presencia territorial y anticipó cambios curriculares.

El cincuentenario encuentra a la Universidad en un proceso de crecimiento y expansión que se viene registrando hace varios años. El inicio no se dio en los mejores momentos. La UNER se funda en 1973 en un clima socioeconómico y político muy complejo y fue atravesada e intervenida en la dictadura militar. Si bien cumple 50 años, el desarrollo más pujante e importante lo logra luego de 1983. En este proceso registró un muy significativo incremento y mejoras en sus propuestas académicas y sus actividades de investigación y extensión. A su vez, la cantidad de alumnos creció de manera muy significativa.

La UNER nace con la idea de tener una presencia territorial en la provincia que permitiera atender las demandas concretas de la sociedad entrerriana. Las propuestas de educación superior no daban respuestas a las necesidades. Nuestra universidad crece, a diferencia de otras nacionales, con presencia en las localidades con mayor cantidad de habitantes: está en Paraná (y Oro Verde), Concordia, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay y Villaguay. Es algo distintivo, que en algún momento fue visto como un problema, porque esta distribución complica algunas cuestiones de gestión o requiere más presupuesto. Transcurridos los años y ante la evolución del sistema universitario en nuestro país y el mundo, esta dispersión significó una fortaleza. Si no, repetiríamos lo que criticamos desde el Interior ante lo que ocurre en la Argentina. A veces el federalismo no está presente en el Interior del Interior. En otras provincias las propuestas educativas se concentran en las capitales o ciudades con más habitantes. Muchas universidades nacieron con el modelo de los campus universitarios donde se encuentran todas las facultades. La UNER es una excepción al modelo existente en la época de su creación y tuvo una lógica distinta. Posee sedes en distintos puntos de la provincia y nos permite atender más demanda.

Fuente: UNO

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